Reincorporarse al mercado laboral o cambiar de trabajo a los 40 es complicado. El problema no es la falta de formación ni de talento, sino una visión errónea de este segmento.
Por un lado, hay empresas prefieren empleados jóvenes porque aceptan peores sueldos, no tienen ‘distracciones’ familiares, pueden echar horas extra… Por otro, está la creencia de que los ‘mayores’ se adaptan mal a las nuevas ideas y tecnologías. Lo que genera mucha desconfianza, aunque muchas veces sea falsa.
Por si esto fuera poco, los desempleados ‘senior’ no interesan. Son invisibles para los medios, redes sociales e incluso las subvenciones para autoempleo, que se centran en el desempleo juvenil.
No obstante, complicado no significa imposible. Vamos a ver algunas pautas que pueden ayudarte a diseñar una estrategia para reincorporarte al trabajo a los 40 años.
Elaborar un nuevo CV
Buscar trabajo a los 40 tiene una ventaja competitiva, en muchos casos: una buena trayectoria profesional. Por ello, debes analizar detalladamente la misma y destacar las experiencias más relevantes, elaborando un CV breve y diferente para cada vacante a la que optes.
Ojo, porque no debes limitarte a enumerar los puestos que has desempeñado. También tienes que hacer hincapié en el impacto de tu trabajo anterior, así como en los resultados tangibles obtenidos.
Adaptarse a los cambios
Muchas empresas creen que los mayores de 40 están acomodados en sus rutinas y modo de hacer las cosas. Y, por tanto, es complicado integrarlos en una nueva plantilla y que se adapten nuevas metodologías, herramientas de trabajo, etc.
Adaptarse a los cambios es fundamental para encontrar trabajo a los 40. Para demostrarlo, puedes incluir en tu CV las fuentes de información digitales que empleas para mantenerte actualizado sobre tu sector. En la entrevista no debes preguntar por el programa de formación interna de la firma, o parecerás inseguro/a.
Otras habilidades
Sabemos que tener un buen CV no es suficiente para buscar trabajo a los 40. Las empresas también tienen en cuenta las habilidades soft, de las que tienes información aquí. Echa un vistazo a nuestro último artículo, porque son valoradas positivamente.
Nuevas tecnologías
Acaba con la creencia de que a los mayores de 40 les cuesta adaptase e incorporar las nuevas tecnologías. Aunque no pertenezcas al grupo de los nativos digitales, nada te impide formarte. Construir tu marca personal y promocionarte en redes o con un blog puede ayudarte.
En tu CV no pongas “nivel usuario de…”, porque se sobreentiende que sabes manejar el paquete Office. Ni que has hecho cursos de Internet, redes sociales, etc. Solo subrayaría tus carencias.
Aceptar a un jefe más joven
Las empresas no quieren conflictos. Por eso los reclutadores analizan el grado de afinidad de los candidatos con el nuevo equipo. Y uno de los puntos de fricción es si el jefe, más joven, podrá hacerse respetar por alguien con más edad y experiencia.
Si en una entrevista te plantean alguna pregunta sobre esta cuestión, puedes indicar que ya has tenido un superior más joven, si es el caso. O que nunca has tenido conflictos con ningún compañero.
Hablar de sueldo y familia
Una de las barreras más importantes a la hora de encontrar trabajo a los 40 es que se piden sueldos más altos. Antes de que surja el tema, infórmate de lo que se está ofreciendo por un perfil como el que tienes.
En la entrevista, deja claro que asumes tu nueva situación, y que tu prioridad es empezar a trabajar. Habla de las funciones y responsabilidades a asumir, antes que de dinero. Y no pidas un sueldo superior al de tu último cargo.
Respecto a la familia, no incluyas en tu CV tu estado civil ni si tienes hijos. Y deja claro en la entrevista que puedes organizarte perfectamente en este sentido.
Cuidar nuestro aspecto
La imagen es fundamental cuando afrontemos una entrevista de trabajo. La mitad de la comunicación se basa en lo que la gente ve. Y nuestro aspecto es un indicador de nuestra actitud y predisposición hacia trabajo.
No mientas sobre la edad en el CV, portales de empleo, etc. Incluye en tu currículum una foto reciente y de buena calidad. Merece la pena ir a un fotógrafo profesional. No vistas demasiado moderno o juvenil, pero tampoco demasiado clásico. Y cuidado con los pendientes, tintes de pelo y barba no habituales.
Si te pones traje chaqueta procura que no esté pasado de moda, porque parecerá que llevas mucho tiempo sin trabajar (¡ojo al estilo de la corbata!). Asegúrate de que te sienta bien y no te está grande o pequeño. Y de que te encuentras cómodo/a con él.