Si quieres ser autónomo, uno de tus objetivos es ganarte la vida obteniendo un ‘sueldo’ a final de mes. Para alcanzarlo, previamente deberás calcular el coste por hora de trabajo que vas a facturar a tus clientes.
A partir de éste, podrás establecer el precio mínimo por proyecto. Esta tarea no es sencilla. Y si no haces bien los cálculos, acabarás perdiendo dinero.
En algunos casos, por no haber estimado bien los costes. En otros, por trabajar más horas de las que deberías por el pago que vas a recibir. Y en otros, por bajar el presupuesto más de la cuenta para hacerte con el proyecto.
Para calcular el coste por hora, debemos seguir una serie de pasos.
Costes de explotación
Lo primero que debes averiguar son tus costes de explotación; es decir: los gastos fijos que debes afrontar. Los más elevados son el alquiler (o hipoteca) de una oficina o local o el préstamo para un vehículo.
También hay que incluir el teléfono, Internet, equipos tecnológicos. Los materiales que utilicemos (imagina que tienes un salón de belleza o un taller de costura).
Y los servicios subcontratados, como gestoría, limpieza o mantenimiento de la web. Otros gastos posibles son las campañas de publicidad, aparcamiento o los seguros.
Salario anual neto
El siguiente paso es establecer un salario neto anual. Éste es el que percibes realmente, una vez descontados los costes de impuestos, seguridad social, etc.
¿Cómo puedes establecerlo? Puedes consultar webs de empleo, para ver los salarios que ofrecen para tu perfil profesional. Puedes partir del salario que cobrabas anteriormente, si ejercías ese trabajo en una empresa. O puedes hacer el cálculo para ser ‘mileurista’.
Sumando los costes de explotación al salario bruto anual obtendrás la cantidad que debes facturar anualmente como autónomo.
Horas facturables
Por otro lado, para calcular el coste por hora de trabajo debes estimar las horas efectivas de trabajo al año.
La jornada laboral es de 40 horas semanales. Multiplicadas por 52 semanas, salen 2.080 horas de trabajo al año. A esta cantidad debes restarle las horas correspondientes a los días de vacaciones y festivos para obtener las horas de trabajo anuales.
Del resultado final, no todas las horas son facturables. Como autónomo, tendrás que dedicar tiempo a realizar gestiones, mejorar tu formación,… Dependiendo del sector, sólo serán facturables entre el 60% y 80% de las horas anuales trabajadas.
Una vez que tienes todas las variables, costes totales y horas facturables, puedes calcular el precio mínimo por hora.
Para ser previsor, no olvides añadir un margen de beneficio. Así dispondrás de un ‘colchón’ para cubrir contingencias (retrasos en un cobro, rotura de material,…) e invertir en mejoras (un nuevo ordenador…).
Ser competitivo
Una vez hechos los cálculos, debes reflexionar sobre si este precio por hora es competitivo y tratar de ser realista.
Debes preguntarte: ¿En mi sector se cobra más o menos por el mismo servicio? ¿Soy competitivo? Infórmate mirando en Internet o llamando a la competencia pidiendo precios.
Las repuestas determinarán si debes bajar tus tarifas a costa de ajustar gastos o tu salario. O cambiar de mercado, cliente o servicios.