La oferta pública de empleo anunciada por el Gobierno abre nuevas oportunidades al grupo -cada vez más amplio- de opositores que busca una salida al paro y la crisis.

Dicha oferta incluye 129.700 plazas en Sanidad en los próximos tres años y 98.807 en Educación. No obstante, este año no habrá convocatorias en todas las comunidades autónomas.

También se prevén convocatorias para servicios sociales y otros sectores públicos.

En un mercado laboral tan dañado como el español, poder optar a un empleo estable no es nada desdeñable. Pero, ¿cómo preparar unas oposiciones correctamente?

Consultar las convocatorias

Antes de preparar unas oposiciones, debes informarte de las distintas convocatorias. Puedes consultar el Boletín Oficial del Estados (BOE). También los Boletines Oficiales de las Comunidades Autónomas, provinciales y de Ayuntamientos.

En ellos podrás consultar la información sobre las bases que regulan las distintas convocatorias, procesos de selección, fechas, contenidos, etc.

Parece una obviedad, pero esta información es fundamental para valorar si puedes presentarte a ella o no.

Por ejemplo, el primer factor es ver si tienes la titulación necesaria. Y si deseas realmente desempeñar ese trabajo. Hay puestos en prisiones o cementerios a los que no todo el mundo desea optar.

Por el contrario, hay personas que no tienen la titulación requerida. Pero que dedican un año o dos a obtenerla para poder acceder a un puesto determinado. Conozco titulados universitarios que se forman como auxiliares de la misma rama.

Tiempo de estudio

Al preparar unas oposiciones también es importante comprobar el número de plazas por aspirante y si son de libre acceso.

Pero, sobre todo, es fundamental valorar el tiempo necesario para preparar el proceso y ver si dispones de él realmente.

Tienes que tomarte las oposiciones como un empleo. Si no lo haces así, es difícil conseguirlo. Pero cuidado: más horas de estudio no suponen más rendimiento. Sobre todo, si acabas saturado.

Al principio puedes estudiar a ‘media jornada’: cuatro horas con un descanso en medio. Así irás adquiriendo o retomando el ritmo de estudio.

Al cabo de unas semanas, subes a cinco horas. Y vas aumentando el tiempo de estudio progresivamente, hasta ‘trabajar’ ocho horas diarias.

Evidentemente, si tienes un empleo a la vez que preparas oposiciones, el ritmo es otro.

Planificación

Antes de empezar a estudiar, debemos organizarnos.

Hay que distribuir todo el temario entre los días de estudio disponibles, marcando las horas destinadas a cada tema.

También debes incluir tiempo para los repasos –imprescindibles para no olvidar lo estudiado hasta el momento-. Y planificar simulacros de exámenes todos los meses. ¡Ojo! Incluye también las pruebas orales.

Hay estrategias y técnicas de estudio que nos permiten avanzar y aprovechar mejor el tiempo y el esfuerzo invertidos. Quizás necesites hacer un breve curso sobre esta cuestión antes de empezar a estudiar el temario.

En este sentido, otra cuestión a tener en cuenta es que preparar unas oposiciones conlleva gastos. Hay que buscar una academia o un preparador, comprar un temario, viajar para presentarse a algún examen, etc.

Preparar unas oposiciones es una carrera de fondo, no de velocidad. La planificación, la disciplina, la constancia y la motivación son fundamentales.