Parece que la crisis va pasando y el romanticismo vuelve a inundar el día a día. Las bodas vuelven a ponerse de moda y con ellas vuelven las vacas gordas para todos los profesionales que viven de ellas: empresas de catering, organizadores, fotógrafos de boda, orquestas, dj’s, restaurantes, lugares de celebración, agencias de viajes…¡y hasta la iglesia!

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Fotógrafos profesionales de bodas

Aunque la crisis ha servido para hacer una criba importante en el mundo de las bodas y los que se mantienen en pie son los que de algún modo han sabido adaptarse a la situación (cerrando el estudio, realizando otros tipos de trabajo, etc.) elegir a un buen fotógrafo de bodas no es tan fácil como cabría presuponer.

Algunas novias afirman que encontrar un buen fotógrafo de bodas es casi más importante que encontrar a una buena pareja. Obviamente es una exageración, pero no les falta razón.

Todo dependerá de la ilusión y la importancia que cada uno le otorgue al casamiento, pero es cierto que será un acontecimiento único que pasará volando y que no estaría mal tener unas buenas fotos de recuerdo para poder recordarlo.

El sustituto

Como en casi todas las profesiones es muy común que un familiar con una cámara reflex se convierta en el fotógrafo oficial del evento, apuesta que en ocasiones sale bien y en otras,… pues casi sería mejor repetir la ceremonia.

Consejos

El consejo está claro: contratar a un fotógrafo profesional. Los hay para todos los gustos y precios y no hay que buscar mucho para encontrar al que se adapte perfectamente a nuestras necesidades. ¡Qué después las fotografías son para toda la vida!

Otro consejo es reunirse con varios fotógrafos, pedir presupuesto, portfolio y tomarse un tiempo de reflexión antes de dar el «sí quiero» a uno de ellos. Las decisiones importantes no deben de tomarse a la ligera.